Primer domingo de Cuaresma: en el silencio habla Dios.
La Cuaresma con su recogimiento y espíritu de penitencia es un momento privilegiado para encontrarnos con el Amor de Dios que nos busca.

Segundo domingo de Cuaresma
: Qué bien se está con Jesús.
La Transfiguración de Jesús nos permite saborear la grandeza y gloria de Dios, milagrosamente escondida de ordinario.

Tercer domingo de Cuaresma: Somos templos de Dios.
La expulsión de los mercaderes del Templo nos muestra cuán grata es a los ojos de Dios la grandeza del alma del hombre que también merece la presencia de Dios en ella. Nos enseña a valorar esa presencia.